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«Asociación de Fútbol camiseta de futbol de Corea». El primer partido de fútbol del cual se tiene conocimiento en Uruguay fue el disputado en 1881 entre los clubes Montevideo Rowing Club (fundado en 1874) y Montevideo Cricket Club (1861), ambas instituciones polideportivas. El cantante asturiano Melendi hace referencia al partido en la canción «Sé lo que hicisteis» de su álbum debut Sin noticias de Holanda, publicado en el año 2003. La frase en cuestión es «después de que Corea nos jodiera el Mundial». El diseño es el mismo que el de los otros balones, pero realizado en oro con detalles en blanco y negro y los interiores de las 6 caras diferentes en dorado. Se disputó el 22 de junio de 2002 a las 15:30 hora local (08:30 horas en España) en el Estadio de la Copa del Mundo de Gwangju (hoy denominado Estadio Guus Hiddink) situado en la ciudad surcoreana de Gwangju. Para el minuto 17, Corea del Sur contaba con una posesión del balón un 65%. No obstante, España se fue haciendo con el control del partido lentamente, y en el minuto 27, Morientes tuvo la ocasión más clara, rematando de cabeza una falta sacada por De Pedro, pero que Lee Woon-jae detuvo bien.

España llegó a cuartos de final tras eliminar a Irlanda en la tanda de «penaltis» (el partido acabó 1-1 tras la prórroga), en la que destacó la gran actuación del guardameta Iker Casillas, que paró tres de siete «penaltis» (uno de ellos durante el partido). Terminó el equipo almeriense la primera vuelta en tercera posición y con 38 puntos cosechados; sin embargo, la segunda vuelta fue algo más irregular y, como en la temporada anterior, en la fase final el equipo se mostró menos sólido y llegó a caer hasta la 5.ª posición apenas 5 partidos antes del final de liga. Por segundo año consecutivo, el Ciudad de Murcia, que a punto había estado de dar la campanada el año anterior, anduvo siempre cerca de los tres primeros, pero al igual que muchos otros equipos, no pudo hacer frente a la hegemonía del Valladolid, Almería y su gigante local, el Real Murcia. 3 resultados que situaban a Italia en las semifinales de la competición donde habría de enfrentarse a la selección soviética, en la que sería la última aparición de dicha selección en instancias importantes antes del Fin de la Unión Soviética.

Corea del Sur había fallado los dos penaltis que había tirado en el mundial, Lee Eul Yong, contra Estados Unidos, camiseta barça tiró suave de tal forma que Friedel lo pudo parar y Hwang Sun Hong falló ante una acertada parada de Buffon en el partido por octavos de final ante Italia. Desde entonces, y hasta el final de la segunda parte, hubo dos ocasiones más del equipo español, que desbarató el portero Woon-Jae y un tiro muy peligroso de Park Ji Sung que paró Casillas. Corea del Sur, que no erró ningún lanzamiento en la tanda, certificó su victoria y su pase a semifinales con un último tanto de Hong Myung-bo. El resto de la primera parte fue una sucesión de ataques del equipo español que no acaban en gol, siendo los últimos cinco minutos especialmente agobiantes para Corea del Sur. El equipo español empezó a mostrarse nervioso, cometiendo más fallos y sufriendo la presión del campo en su contra.

Aquel equipo fue dirigido por José Julián «Pepito» Hernández, que a la postre, llevó al equipo al campeonato del mencionado torneo y el anhelado ascenso a la primera división. Mucha gente afirma que los múltiples errores arbitrales a favor de Corea del Sur fueron decisivos para la derrota. La primera fue si la actuación arbitral fue acertada y si favoreció a Corea del Sur. Los medios españoles analizaron el partido concienzudamente en los días posteriores y demostraron que la mayor parte de las decisiones polémicas del egipcio Gamal al Ghandour fueron erróneas, mientras que, en sus comentarios, la televisión egipcia ERTU 1 consideró que Ghandour hizo un arbitraje correcto sin que su actuación influyera en el resultado final. Lo que siguió a continuación de esa misma década, con juntas directivas presididas por José Ibáñez Narváez primero y Federico Brinkmann después, fue una pobre actuación del equipo malaguista que ya había dejado atrás lo conocido popularmente como el quinquenio de oro, con un par de ascensos a la máxima categoría en 1976 y 1979 (este último logrado con el regreso de Viberti, que ocupó el banquillo en tándem con su antaño entrenador Jenő Kálmár) que acabaron en sendos regresos inmediatos a segunda división en 1977 y 1980 tras dos desastrosas temporadas en las que el equipo finalizó en ambos casos como colista de la categoría.


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